En la primavera de 1990, Bélgica marcó un hito en los anales de la ufología cuando su gobierno se convirtió en el primero en desarrollar una investigación pública sobre el fenómeno OVNI.
Desde el noviembre anterior, varios centenares de habitantes de la región de Valonia informaron del avistamiento de una extraña nave triangular con tres focos brillantes que se movía despacio por el cielo nocturno.
En la tarde del 30 de marzo de 1990, el radar de las fuerzas aéreas de Bélgica también indicó la presencia del objeto. El ejército del aire envió dos cazas F-16 en misión de investigación.
El radar computarizado de los aviones en seguida localizó la señal que representó en forma de rombo en la pantalla.
Pero en cuestión de segundos después de la localización, la nave se alejó a una velocidad tan increíble, que los expertos dictaminaron que las fuerzas G (medida de aceleración) habrían aplastado a un hombre: luego, se apartó hasta eludir el radar. La persecución se repitió dos veces más hasta que recibieron la orden de regresar a la base.
Además de una difusión de datos sin precedentes acerca del episodio, el gobierno dio otro paso inaudito: cooperó con un equipo privado de ufólogos, la Sociedad belga para el Estudio de Fenómenos Espaciales, para una posterior investigación.
Las fotografías de testigos de la aparición de ovnis se analizaron en la Real Academia Militar del país. Las imágenes (reales) de esas fotos que acompañan todo este artículo se reprodujeron con una falsa coloración para obtener así una definición más clara del objeto (contorno, luces…): la academia no halló pruebas de que estuvieran trucadas.
Los escépticos de los avistamientos los atribuyen a una misión efectuada por una nave militar secreta, pero el ejército desmintió esta hipótesis.
Registrada a bordo de un caza F-16 que perseguía al ovni belga, esta secuencia de tres imágenes que a continuación se reproduce de la pantalla situada en el radar del piloto, muestra el movimiento del objetivo -que se describe como un rombo- en un intervalo de un segundo. Datos que en conjunto vendrían a ser la confirmación oficial de un OVNI extraordinario…
La velocidad del ovni calculada en millas náuticas o nudos, se describe en cifras rojas. El número del extremo superior derecho de la pantalla indica la altura del objeto en miles de pies.
En menos de un segundo, el ovni se desplazó 300 m y aceleró a 780 nudos. Esto debería haber provocado un estallido sónico, pero no ocurrió nada.
En otra fracción de segundo, el ovni alcanzó los 1.000 nudos -que se describe como 000, dado que el radar del F-16 no registra velocidades que superen los tres dígitos-.
Yo, desde niña, tengo la certeza de que no estamos solos en el Universo. No tengo un relato ni una vivencia que lo demuestre, solo que creo que hay otras vidas y otras conciencias dentro y fuera de este planeta; si son buenas o malas no lo sé, pero yo sí creo.