¿Te imaginas estar enamorada de dos chicos al mismo tiempo? No será la primera vez, ni la última que ocurra. En esa situación los tres protagonistas lo pasan mal, pero sobre todo tú, que es la que debe tomar la decisión final. Precipitarse en un sentido u otro está prohibido. Los fallos cuestan caros. Y volver a atrás no siempre es posible. Por pura inercia cambiar de pareja es siempre una apuesta difícil de tomar. El “pretendiente” lo sabe y si de verdad te quiere se esforzará hasta el final por conquistarte. Si renuncia es que no valía la pena correr el riesgo.
Tu pareja tiene derecho a saber lo que está ocurriendo. No se le puede ocultar algo así. Al menos hasta el final. Del amor al odio, ya sabes, sólo hay un paso, y una persona herida es un enemigo para toda la vida. ¡Qué triste!, ¿verdad?
DARSE UN RESPIRO
Si dudas qué hacer, si les quieres a los dos, tómate un respiro y pon las cartas encima de la mesa, sin secretos. Que ellos lo sepan y se hagan cargo. Como nadie es propiedad de nadie no tienen por qué echarte en cara tu indecisión. Eres libre y responsable sólo de tus actos, no de lo que hagan los demás.
SI ÉL ESTÁ SALIENDO CON OTRA
El amor no siempre te estará esperando a la vuelta de la esquina. Más de una vez lo vas a encontrar casi inaccesible. Él, por ejemplo, puede estar saliendo en ese momento con otra chica y el dilema es, ¿me meto por en medio o me olvido de todo?
La valoración no es sencilla. Lo más prudente es no hacer absolutamente nada hasta no estar segura de tus sentimientos. Que le hagas romper con su pareja para, al poco tiempo, olvidarte de él, no es una jugada demasiado honesta. Ahora, si le quieres de verdad, no lo dudes. Los remordimientos o la buena conciencia no te harán feliz. Sólo su amor. Y luchar por él es lo más natural por mucho que le pese a la otra. Al fin y al cabo si a un chico os lo rifáis dos quien tiene que tomar la decisión final es él.
El amor no es posesión. Nadie es de nadie. Es un mundo abierto con el que no sirven las barreras. Dicho lo cual, esto no te da derecho a entrar como un elefante en una cacharrería en esa relación e ir haciendo daño a diestro y siniestro a la chica que en esos momentos simplemente está en tu misma situación, es decir, enamorada de él pero encima a su lado. Nunca hagas aquello que no te gustaría te hiciesen a ti ni utilices estratagemas deshonestas o simplemente “armas de mujer”. Perseguimos el amor, no un trofeo de caza… Sé, pues, siempre honrada contigo y con los demás, no una bellaca, ni siquiera aunque lo sean contigo… porque es muy probable que a la que te descubra la otra te empiece a “atacar”. Quizás incluso intente desprestigiarte. Lanzará mentiras y se mostrará muy agresiva contigo. También eso es natural. En el amor nada se regala. Todo se conquista. ¿Qué harías tú en su caso si la pasión te nublase el raciocinio? Pues eso.
EL CORAZÓN EN LA MANO
Tus armas deben ser diferentes en cada caso pero siempre es mejor ir con el corazón en la mano.
LOS CONSEJOS DE TUS AMIGAS
Las amigas nunca te dejarán en la estacada. Se entiende que las amigas de verdad. Si dudas, te preguntas y les pides consejo te lo darán a cambio de nada pero no olvides que estás corriendo un riesgo. Sus palabras serán sinceras y pretenderán ayudarte aunque nunca nadie que no seas tú misma podrá saber, a ciencia cierta, qué es lo que está pasando en tu interior y, sobre todo, cómo lo estás viviendo. Los consejos, todos los consejos, son valiosísimos, pero no para cumplirlos a rajatabla. Te servirán de guía, de pista, pero no son ninguna orden terminante. El amor exige capacidad de improvisación, de decidir sobre la marcha, de dejarse llevar y actuar en el momento. El amor no son las matemáticas. Dos más dos no tienen por qué ser cuatro, aunque lo diga el sentido común. Por muy comprensivas que sean tus amigas tampoco tienen por qué saberlo absolutamente todo. El amor también es misterio.
ÚNICO E INTRANSFERIBLE
De una amiga hay que esperar toda clase de ayuda pero no que se ponga en tu lugar. Decides tú, ellas sólo pueden escuchar tu voz.
Yo también tuve una cosa así. No tiene que ver con esto pero les va a servir de ayuda, puede que quien lo lea y me conozca sepa quién soy pero mientras no me reconozcan todo bien… Estoy en 6to grado en el Sta Teresita. Yo cuando empecé el cole comencé a la mañana. En el Sta mi mamá me cambió a la tarde y pasó que me amigué con una nena que se llamaba Meli y a ella la quería un nenito que se llamaba m—. Sucedía que ese nenito me gustaba, eso fue en 3grado y él no me pelaba T.T. Lo quise desde 3ro hasta 5to, tres años consecutivos. Después en 5to, al final del año, tuve mi primer novio: ¡qué tiernooo! y a él no lo supe valorar, era mi primer novio. Chee lo trataba re mal y lo peor que hice fue decirle a mi novio que me gustaba m—, lo peor, y él se puso a llorar. Después en las vacaciones empecé a madurar y deseaba tanto que comenzasen las clases y estar en 6to para ver a mi novio y lo peor de todo es que no estaba más. Se cambió. Me quería morir, estaba muy mal, me obsesioné con él, lo extrañaba mucho, haría lo que fuera por que volviese y bueno, pasó que me olvidé de él. Claro, me costó muchísimo pero logré salir de ese rollo. Después me volvió a gustar alguien, un chico, y ahora estamos saliendo, pero estoy enojada con él y va a seguir mi vida después… Perdón que haya contado toda mi vida pero tengo que desahogarme. Esto nos deja una enseña, chic@s: sepan valorar, no se dejen llevar por la estupidez porque después salís lastimada tú misma, hacedme caso si no supiste valorar a alguien.
Anabel, he leído con detenimiento el artículo de tus ideas sobre el amor en los adolescentes. No estoy para nada de acuerdo contigo. Dar consignas sobre cómo comportarse al empezar a enamorarse me resulta tan descabellado en la adolescencia como en la madurez. Es más, tú misma me das las razones para mis argumentos. Tú dices que en el amor nadie es de nadie y nadie pertenece a nadie. Y eso sí es verdad. Deja pues que en la adolescencia, cuando el amor es tan inmaduro como sus años y aún no tienen las cargas de las responsabilidades que en un futuro les impondrá la sociedad como adultos, deja pues, que experimenten, que se sientan felices, desgraciados, que toquen el cielo con las manos o que se hundan en el infierno del desamor, que tengan dudas, que lo vivan con toda intensidad. Que sientan interés por dos, tres, o cuatro chicos/chicas a la vez, eso es natural, e incluso inteligente por su parte. Deja que en esta etapa de aprendizaje hagan lo que les corresponde hacer que es aprender de los aciertos y sobre todo de los errores. Que los chicos empiecen a entender el alma femenina y las chicas cuáles son los intereses de los jóvenes a esa edad. En un futuro no muy lejano todo se relativizará o cobrará mayor importancia según hayan tenido la posibilidad de haber hecho antes este periodo de aprendizaje sin cortapisas. Las que más libertades aprenden en esta etapa son las chicas y ellos aprenden a respetar esas libertades que tanto han costado conseguir. Y de esa preselección natural cabe la posibilidad que acabe naciendo alguna relación que madure. No les pidas que hagan lo que en la vida real ellos ven que los adultos no hacen. Seamos realistas. Durante su vida de adultos tendrán muchas ocasiones de enamorarse y no hay consejos que valgan para esto. Una de las pocas cosas a las que uno tiene derecho es a enamorarse de quien quiera. Déjales aprender a volar. Y ahora, si tienen que llorar, para eso están los abrazos de las madres y de esas amigas/os que posiblemente sean los que la acompañarán el resto de su vida. Desde el sentido común y la sabiduría que da la madurez, Frine.