Corría el año 1992… La cuenta atrás había comenzado para el primer satélite español de telecomunicaciones. Diez años de trabajo y una inversión de 58.000 millones de pesetas (348 millones de euros aprox.) culminaban el día 11 de septiembre cuando se lanzaba al espacio el Hispasat, el primer modelo de una serie de satélites que mejoraba las telecomunicaciones y proporcionaba cinco nuevos canales de televisión.
TODO LO QUE HAY QUE SABER SOBRE ESE PRIMER SATÉLITE HISPASAT
1.El Hispasat fue el primer sistema español de telecomunicaciones por satélite. Constaba de dos unidades que operaban simultáneamente, con un peso de 2.150 kilogramos, dos metros de ancho y dos de largo. Con los paneles solares desplegados, su longitud alcanzaba los 22 metros.
2.La primera unidad del Hispasat (1A) fue lanzada desde Kourou (Guayana Francesa) a bordo del cohete Ariane. Su lanzamiento estaba previsto para el mes de agosto, pero problemas en el cohete lo pospusieron. La segunda unidad del Hispasat (1B) sería lanzada en el primer trimestre de 1993.
3.Ambas quedaron emplazadas a 35.786 kilómetros de altura sobre el ecuador y a 31º Oeste, en vertical con las islas de Cabo Verde, cerca de Dakar (Senegal). Estaban separadas entre sí por 70 kilómetros.
4.La puesta en servicio comenzó en enero de 1993, aunque realizó su primera misión para la ceremonia de clausura de la Exposición Universal de Sevilla, el 12 de octubre de 1992.
5.Treinta y seis horas después de su lanzamiento, el mando del satélite pasó al Centro de control de satélites Hispasat (CCS) de Arganda del Rey (Madrid), que conocería en todo momento su posición gracias a seis pantallas.
6.Este centro costó 1.500 millones de pesetas (nueve millones de euros). Sito en la finca El Campillo, fue inaugurado el 1 de julio de 1992. Disponía de subsistemas de control con estaciones de telemetría y podía ensayar previamente los movimientos del satélite en un simulador.
7.El Hispasat supuso un enorme avance para las telecomunicaciones. En él se integraron cuatro funciones que el resto de satélites llevaban en varios aparatos: difusión directa de televisión, comunicaciones punto a punto para transmisiones de telefonía y datos, difusión de televisión a América y comunicaciones militares.
8.Gracias al Hispasat, se crearon cinco nuevos canales de televisión. Para poder verlos desde España, otros puntos de Europa y el norte de África sólo se necesitaría una pequeña (60 cm) antena parabólica cuyo precio no llegaba a las cien mil pesetas en la época (600 euros).
9.Otros dos canales de televisión se crearon para toda América. Uno sería explotado por la cadena internacional de TVE (Televisión Española) y el otro difundiría el Canal América, un proyecto conjunto que se había aprobado en la cumbre de jefes de Estado celebrada en 1990 en Guadalajara (México).
10.Además, el Hispasat podía transmitir programas de televisión en alta definición, hizo posible celebrar conferencias y reuniones de trabajo entre dos o más puntos de España, mejoraba, con sus 50.000 circuitos, las redes telefónicas… y potenciaría en general las telecomunicaciones.
11.El otro uso del Hispasat fue táctico y defensivo. Su estructura posibilitó el desarrollo de unas redes de comunicación estratégica y militar. No en vano, el Ministerio de Defensa español participó en el proyecto, a través del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial).
12.Además del INTA, tomaron parte en la sociedad Hispasat la compañía Telefónica, Retevisión, Caja Postal, el INI y el Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial.
13.Los primeros planes para la construcción del Hispasat se remontan a 1982. Sin embargo, no fueron desarrollados hasta su aprobación por parte del Consejo de Ministros español un 7 de abril de 1989. Tres años después, el satélite estaba a punto.
14.Una vez alcanzada la órbita terrestre, el satélite soportaría temperaturas extremas (entre -50º y 50º). Para mantener los equipos en los niveles adecuados, disponía de un sistema que utilizaba conductos térmicos, calentadores y termostatos.
15.Cada unidad del satélite disponía de seis amplificadores de una potencia de 110 vatios, de los que cuatro podían encenderse simultáneamente. Uno se emplearía para la transmisión hacia América, y los tres restantes para la difusión directa de televisión a España.
16.Las necesidades de energía del Hispasat se cubrían con un sistema de células fotovoltaicas orientadas hacia el sol, que transformaban la luz solar en energía eléctrica y hacían llegar al satélite una corriente de 42,5 voltios.
17.Esta fuente de energía sólo se interrumpiría dos veces al año, cuando se producen sendos eclipses de sol durante un tiempo total de ochenta minutos. En esos periodos, el Hispasat se alimentaría gracias a sus baterías internas de reserva.
18.Si se producía cualquier fallo en el sistema, los elementos de una tercera unidad del satélite estaban preparados en tierra para ser puestos en órbita inmediatamente. Un seguro por valor de 36.000 millones de pesetas (216 millones de euros aprox.) cubría la posibilidad de accidentes durante el lanzamiento del satélite.
19.El proyecto permitió a España unirse a otros estados europeos que tenían satélites de comunicaciones propios, como Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña.
20.Las previsiones eran que el Hispasat fuese operativo durante diez años, en los que se esperaba recuperar lo invertido y obtener 41.000 millones de pesetas (246 millones de euros aprox.) de beneficios. Y cuando el satélite muriera -tuviese las células solares degradadas-, sería enviado a una órbita cementerio.
Hasta ese instante, dos mil satélites habían sido lanzados al espacio en toda la historia. Mil seguían en órbita y otros doscientos serían lanzados antes de final de siglo. La mayoría eran de comunicaciones, pero también los había meteorológicos (Meteosat) y militares, los llamados satélites espía.
Uno de los riesgos para los satélites es la chatarra espacial. Millones de desechos de lanzadores y vehículos espaciales flotan a menos de mil kilómetros de altura. Otros vecinos del Hispasat, cuando estuvo en su órbita definitiva, fueron satélites de Estados Unidos, la antigua URSS, Europa y Japón; un total de trescientos, de los que cien estaban fuera de control.
Y por cierto, España ya intentó situar un satélite de comunicaciones en el espacio antes de este. De hecho, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial lanzó con éxito el Intasat en 1974, pero luego quedó en un total olvido. Su vida operativa fue de dos años.