
Y no solamente mil, sino millones. Tantas, de hecho, como personas pueblan el planeta. Una declaración de amor tan sencilla y clara como esa, “te quiero”, lo dice todo. Pero también una mirada, un beso o un regalo son declaraciones en toda regla. Hay más, muchísimas más, pero algunas de ellas, para darte una idea y abrirte camino, las que ahora siguen:
-Escribe un relato inventado de amor. Que sea una historia tierna y sensual, que parezca vivida pero que él no se pueda sentir identificado. Encuadérnala como mejor puedas y ofrécesela como un regalo diferente, muy personal. Invítale a que él haga algo parecido.
-Busca un parque recién estrenado y planta un árbol pequeño como símbolo de un amor que empieza a crecer. Ese amor, obviamente, es el vuestro.
-Tus iniciales y las suyas pueden servir también para embellecer cualquier tipo de objeto, desde el banco público en donde os soléis encontrar hasta cualquier rincón de vuestro instituto.
-Busca un par de fotografías de cada uno de vosotros cuando apenas erais unos bebés. Te será fácil hacer un fotomontaje que puedes encuadrar en plan tierno y simpático.
-Si estás cerca de un lago o un río, envíale un mensaje de auxilio en una botella. “Náufraga busca quien la salve” puede ser una leyenda muy apropiada.
-Obséquiale un paquete repleto de jabón perfumado para que se sumerja en un esponjoso y relajante baño mientras piensa en ti. La tarjeta que acompañe el paquete deberá tener forma de corazón.
-Envíale un beso por correo convencional. No es necesario que lo acompañes con nada más. En el sobre mete un folio, una hoja o una tarjeta en la que aparezcan marcados tus labios. ¡Siempre funciona!
-Si estás en la montaña, hay nieve y sabes esquiar, dibuja sobre una ladera un gran corazón que él (y todo el mundo) pueda leer cuando vayáis en telesilla.
-Si tenéis la oportunidad de pasar un fin de semana juntos y fuera de casa, elige una pensión, un hostal o una posada rústica. Dile al dueño que sois una pareja de recién casados y se comportará de forma muy sensible con vosotros.
-Métele en la mochila un cedé en el que, al introducirlo en su ordenador, pueda leer o escuchar un gran: “No puedo pasar una sola hora sin ti”.
-Devuélvele un libro prestado en el que hayas puesto varias flores secas y aplastadas. Además de ser un detalle original tendrá un recuerdo permanente de ti.
-En verano, un día de suave tormenta, invítale a salir juntos de paseo bajo la lluvia y sin paraguas. (Si podéis hacerlo cerca del mar, la escena es más romántica.)
-Sin que se dé cuenta introduce en el bolsillo de su chaqueta un mensaje secreto acompañado de un dulce, un pastelito o aquello que más le guste.
-Camináis juntos por un pasillo en el que no hay nadie. Sin previo aviso te lo llevas a un rincón, le abrazas fuerte y le estampas un beso. No hace falta cruzar ni una sola palabra.
-Un día que estés inspirada hazle una relación pormenorizada de todas las cosas de su personalidad que te gustan y consideras irresistibles. Su ego lo agradecerá.
-Aunque no te guste el fútbol (o el espectáculo que más loco le vuelva a él), regálale un par de entradas para ir juntos el día que menos se lo espere.
-Cuando le veas preocupado por algo recuérdale con palabras cómo os conocisteis, quién dio el primer paso y cómo fueron vuestros primeros días juntos.
-Para celebrar su cumpleaños y en completo secreto organiza una fiesta en la que participen el mayor número posible de amistades. Te lo agradecerá públicamente.
-Envíale una grabación con las canciones románticas y de amor que tengas a tu alcance. Tú misma puedes entretenerte también en el diseño de la portada. ¡Un regalo artesano es más valorado que algo que simplemente se compra!
-Alquila una película de vídeo, prepara una buena cantidad de palomitas de maíz, de pipas y bebida e invítalo a tu casa para verla juntos.
-Compra una colección entera de postales simpáticas y, durante varias semanas, envíale una por correo con mensajes distintos pero relacionados.
-Si compartís clase pásale una hoja de apuntes que no levante sospechas en el profesor. En una esquina y con lápiz dibuja su cara con aspecto de tonto feliz.
-Regálale una pequeña caja de bombones y bajo cada envoltura colócale una nota con distintos mensajes de amor: “Te quiero, dulce mío”.
-Haz una grabación en la que declares tu amor de la manera más loca, descabellada y rara que seas capaz de imaginar. Algo que provoque sus carcajadas. Envíasela, aunque si te animas: ¡súbela a Youtube!
-Llama a una emisora de radio que él escuche habitualmente y pide una canción dedicada para él y sólo para él. Lo más indicado para la ocasión es una balada.
-Si no es muy amigo de móviles, regálale una agenda nueva y ofrécete a pasarle todas las tareas pendientes, fechas señaladas… direcciones y teléfonos que a buen seguro tiene anotados en mil sitios. Tu nombre irá en mayúsculas y vuestras actividades y proyectos a hacer juntos con letras y adornos que destaquen por encima de todo lo demás.
-En verano invítale a ir a la playa los dos solos y sorpréndele habiendo escrito antes sobre tu espalda una frase dedicada de amor (pídele ayuda a una amiga para esto), frase que él descubrirá cuando inocentemente le pidas que por favor te extienda un poco de crema protectora, que tú no alcanzas.
-Aunque sea chico no tengas prejuicios. Envíale un día un ramo de rosas o de cualquier otra flor bonita. Igual piensa que estás loca, pero no dudará por un momento de que le quieres.
-Si tenéis la oportunidad de acudir juntos a la boda de algún conocido, aprovecha el momento en que los novios se dan el “sí quiero” para decirle mirándole a los ojos que: “¡Yo también te quiero!”.
-Hay mil libros de poemas de amor. Escoge el que más te guste y obséquiaselo sin más. La dedicatoria puede decir que “estoy aprendiendo a decir lo mismo, pero mejor”. O regálale un libro romántico subrayando de rojo todas las palabras de amor que en él aparezcan. Las frases en que se puedan leer: “te amo”, “te quiero”… entrecomíllalas con corazones pintados.
-Si te relacionas con los padres de él de forma natural, hazles también un regalo que vaya acompañado de una nota en la que les agradezcas que hayan criado a un hijo “tan maravilloso”.
-Dibuja un mapa de tu pueblo o de tu ciudad. Rodéalo de un gran corazón atravesado por una flecha que una el sitio donde vives tú y el lugar donde vive él. Puede que suene estrambótico pero es efectivo.
-Envíale mensajes originales de amor a través de publicaciones en línea o de revistas que él lea y que incluyan una sección de contactos o de cartas de los lectores.
-Píntale un cuadro. No ha de ser una obra de arte porque él no la espera pero a poco que te esfuerces seguro que sabe valorar el detalle. Enmárcalo y fírmalo.
-Sobre una tarjeta de color rojo escribe “te quiero” en todos los idiomas que conozcas.
Como se ve no hay límite a la hora de declarar nuestros sentimientos, y no hay una manera correcta de decir “te quiero”. Todas son formas válidas si brotan de la sinceridad de la pasión, así que: improvisa, déjate llevar por los vuelos de tu corazón, ten inventiva y disfruta con ello… Sólo hay que tener claro un asunto: siempre se debe imponer el que declares tu amor por encima de todas las cosas, en voz alta y con todas las herramientas que tengas al alcance de tu mano. Y no olvides jamás que todos los días debieran ser San Valentín.
Gracias, le voy a estar diciendo Tq a mi novio constantemente durante todo un año (o más) con tantas maneras bonitas. Un beso. Os quiero. I love you. Kisses… … …Abrazos. XXXXXOOOOO ¡Viva el amor!