En el siglo VII a. de C. factores de tipo social, político y económico provocan la expansión colonial de la península helénica hacia las costas del Asia Menor. Surgen grandes e importantes centros comerciales en los que también confluyen intercambios culturales muy variados, que posibilitan la creación de un pensamiento libre de tradiciones míticas y religiosas, y no sometido a la intransigente tiranía de las oligarquías locales. Entre las ciudades jonias del Asia Menor destaca sobre todo Mileto; milesios son los primeros filósofos que dan una visión racional y ordenada del mundo. Más tarde, en la Magna Grecia, o sur de Italia, e islas adyacentes, florecerán célebres e influyentes centros de cultura y filosofía que, junto a los jonios, son el fundamento y consolidación de una forma nueva de vivir y de pensar.
Los primeros que se dedicaron a la filosofía consideraron tan solo principios aquellos que se dan bajo la especie de la materia. Aquello de que están constituidos todos los seres, de donde vienen a llegar a ser y a lo que vuelven cuando al fin se corrompen, persistiendo en ellos la sustancia con sus variables modificaciones, esto es lo elemental y el principio de todos los seres. Y según esto, creen que en realidad nada nace ni llega a la corrupción, supuesto que esta primera naturaleza subsiste siempre. Es, pues, necesario que haya una primera naturaleza, única o múltiple, de la cual procedan todas las demás cosas, quedando ella a salvo.
Los primeros filósofos llegan a la convicción de que todo lo que aparece puede reducirse a una cuestión: ¿Cuál es la naturaleza de las cosas?, ¿cuál es la realidad permanente y única que subyace a las impresiones sensibles?, ¿cuál es el principio (arkhé) de donde todo sale, que perdura en el fondo de todo y a donde todo va a parar en último término?
El fundamento de todo lo que aparece múltiple, vario y cambiante ante los sentidos es una realidad única; todo lo demás es su manifestación.
La reflexión de los filósofos presocráticos monistas está centrada sobre el tema cosmológico, el problema de la physis, y lo afrontan buscando un elemento primordial único, el arkhé. El problema del hombre, aunque presente, queda relegado a un segundo plano.
La escuela de Mileto es la primera escuela filosófica que aparece en la historia. Sus representantes son Tales, Anaximandro y Anaxímenes. De sus vidas y obras apenas conocemos algo; los pocos fragmentos que se conservan están escritos poéticamente y en ellos se mezclan mitos cosmogónicos con análisis racionales y científicos.
TALES DE MILETO
Pocos datos seguros poseemos sobre él. Su vida transcurre entre finales del siglo VII y la primera mitad del VI a. de C. Aristóteles le atribuye el papel de iniciador de la filosofía. Es uno de los “Siete Sabios de Grecia”. Gran matemático, físico y astrónomo, se preocupa de aplicar estos conocimientos a las cosas de la vida real. Se dedica al comercio y viaja mucho, entrando en contacto con otras culturas, sobre todo la egipcia, lo que enriquece notablemente su pensamiento.
Tales se plantea el problema de hallar el arkhé de todas las cosas al observar que la realidad es muy variada, pero en su forma de manifestarse sigue un orden; en la naturaleza no se repiten nunca dos realidades idénticas, aunque el proceso sea siempre el mismo (un árbol es distinto de cualquier otro, pero la especie arbórea conserva unos elementos que son fijos, comunes a toda la especie). Por tanto, el principio que origina y fundamenta la multiplicidad de lo real es aquello que permanece en lo común, en lo que no está sometido a cambio.
Dicho primer principio, para Tales, es el agua. Supone que esta, a través de sus diferentes estados -líquido, sólido, gaseoso- da lugar a toda la realidad. Llega hasta a afirmar que la tierra se apoya en el agua.
Fue llevado a esta idea probablemente al observar que el agua es alimento de todas las cosas, que hasta lo caliente procede de ella y que todo animal vive de la humedad, y aquello de que todas las cosas proceden es, evidentemente, el principio de todas ellas.
Este elemento natural, que de distintas maneras está presente en todo, es dinámico y vivificante y, por lo mismo, la naturaleza es materia viviente (hilozoísmo).
Refleja así la influencia que recibe de las cosmogonías, que consideran que las cosas se originan de un todo acuoso.
ANAXIMANDRO
Discípulo de Tales. Escribe una obra titulada ‘Acerca de la Naturaleza’. También es matemático y astrónomo.
Usa por vez primera el nombre de “principio” para referirse a la sustancia única, y pone como fundamento de la realidad el ápeiron, lo ilimitado, lo indefinido. Es el principio de las cosas y está presente en todas, ya que proceden de él, pero no se identifica con ninguna, pues no es un elemento sensible.
Esta realidad material e infinita, animada de movimiento eterno, a través de un proceso de separación de contrarios (cálido-frío, seco-húmedo, etc.) engendra las cosas y genera innumerables mundos, quedando todo ello sometido a un ciclo eterno de formación y destrucción.
Es una concepción filosófica más madura que la de Tales, pues considera que el elemento primordial no es un elemento sensible determinado, aunque sigue siendo material.
ANAXÍMENES
Discípulo de Anaximandro. Se interesa por la meteorología. Trata de sintetizar y profundizar los planteamientos de sus predecesores. En su tiempo, es considerado como la figura principal de la escuela de Mileto.
Para Anaxímenes el arkhé es el aire, sustancia sensible, infinita y dotada de movimiento eterno, lo que significa una síntesis de las posturas anteriores.
Mediante un proceso de condensación y rarefacción se generan y se extinguen todas las cosas. El agua y la tierra son aire condensado. El fuego es aire enrarecido. El frío surge de la condensación; el calor, de la rarefacción. El aire se dispersa infinitamente por todas las cosas; cubre la totalidad del universo. Es algo ilimitado que contiene a lo limitado. El alma también es aire; es el aliento de vida. Uno de sus discípulos decía: «Nuestra alma es aire, más caliente que el aire que nos rodea, pero mucho más frío que el del sol». El alma es una parte divina del universo. Y el universo es a manera de un gran ser viviente. (Es bastante común encontrar en los pueblos mal llamados primitivos esta idea del alma o espíritu como aire o soplo vital.) Anaxímenes piensa el aire no como algo estático sino dinámico. Es un elemento vivo que lo penetra todo como un hálito vital. Es vida que penetra la materia y la dinamiza. Según algunos autores, esta teoría significa un intento de basar lo cualitativo en lo cuantitativo; para estos sería su aportación principal.
Admite también el devenir cíclico del mundo, al igual que Anaximandro. En el ciclo de las cosas se disuelven periódicamente y vuelven a regenerarse a partir del principio originario.
–>ACLARACIÓN DE ALGUNOS TÉRMINOS FILOSÓFICOS USADOS
Arkhé: Es el principio primordial de todas las cosas, la sustancia originaria que constituye el mundo. Permanece siempre idéntica y estable a pesar de las diversas modificaciones con que aparentemente se manifiesta. Las cosas se originan, están compuestas y se transforman por el arkhé.
Devenir: Es lo contrario del ser. Es el incesante y perenne cambio de todo lo real.
Hilozoísmo: Es la concepción filosófica de la escuela de Mileto que considera a la materia como viviente, pues tiene en sí un principio de vida (no hay materia inerte sino que toda materia contiene ya la vida).
Monistas: Son los filósofos presocráticos que ponen como arkhé de las cosas un elemento primordial único.
Physis: Es la naturaleza en cuanto aparece completamente desarrollada a partir de un primer principio (arkhé). Implica los conceptos de ser (lo estable) y el devenir (el cambio).
Presocráticos: Son los filósofos cronológicamente anteriores a Sócrates.
Ser: Es lo estable, lo permanente e inmutable de la realidad.