Uno de los más antiguos de todos los sistemas de creencias humanas, el animismo, sostiene que la totalidad de la naturaleza está esencialmente viva a través de espíritus o divinidades que habitan en árboles, ríos, montañas, formaciones rocosas naturales e incluso determinadas herramientas o armas.
Las creencias animistas siguen muy extendidas entre las sociedades primitivas, sobre todo en aquellas donde se cree que seres espirituales muy diversos controlan varios aspectos del entorno natural y social.
El concepto de animismo fue desarrollado a finales del siglo XIX por el antropólogo británico sir Edward B. Tylor, quien consideraba tales creencias como el estadio más antiguo en la evolución de la religión. Teorizó que los sueños, trances y la observación de la muerte impulsaba a los pueblos primitivos a creer en un alma, y que esas creencias eran proyectadas entonces hacia el mundo natural. Tylor consideró además que la creencia en el animismo llevaba a la definición de divinidades más generalizadas y, más adelante, a la adoración de un único dios.
CARACTERÍSTICAS GENERALES (que definen el animismo)
-La vida de los ancestros continúa después de la muerte.
-Es posible interactuar directamente con los espíritus.
-Se reconoce la existencia de una gran variedad de espíritus y dioses.
-El alma puede abandonar el cuerpo durante trances o sueños.
-Se cree en la mediación de personas sagradas: chamanes, brujos, curanderos…
-Hay seres espirituales que viven en el alma o espíritu del ser humano.
-Se fusionan conceptos: individuo-comunidad, presente-pasado, objeto-símbolo.
-Se realizan ofrendas o sacrificios expiatorios.
-En una adaptación moderna, se concibe un ser supremo aunque lejano.
El mundo invisible del animismo comienza por el concepto del “mana”, la fuerza vital que permea todo el universo. Este poder es impersonal y no es adorado. El poder divino se concentra más fuertemente en las deidades y las personas, lugares u objetos sagrados. Este mana gobierna toda la creación y no es controlado por los dioses o por el hombre.
También forma parte del mundo invisible el Dios Supremo. Después de él hay una multitud de dioses menores que habitan en regiones específicas. Luego de los dioses vienen los espíritus, que suelen morar en la naturaleza y están confinados a un lugar también concreto. Después están los espíritus de los ancestros, que siguen cumpliendo una función con respecto a los vivos.
Existen, del mismo modo, fuerzas invisibles que incluyen poderes sobrenaturales como el destino, el orden moral cósmico, el mal de ojo, la magia y la hechicería. Hay, además, fuerzas de energía impersonal en los objetos que otorgan a esos objetos poder y se cree que estos a su vez dan a una persona la facultad y la fuerza para ejercer el bien o el mal.
El animismo es simultáneamente panteísta, politeísta y deísta.
1.Muchos grupos indígenas adoran a un Ser Supremo, quien, según ellos, creó el universo.
a)Normalmente considerado masculino, pero a veces femenino.
b)Frecuentemente creen en un Ser Supremo que rige sobre todo, pero está demasiado lejos, o es demasiado poderoso para adorarle o pedirle ayuda. (Deísmo)
2.Más accesible a los humanos y más involucrados en la vida cotidiana son los muchísimos poderes invisibles.
a)Hay deidades con personalidades semejantes a los humanos. (Politeísmo)
b)Hay espíritus de localidades especiales, por ejemplo: árboles, montañas, rocas, etc. Todo tiene ánimo o espíritu. (Por eso se llama animismo.)
c)Hay espíritus animales y antepasados que ayudan.
d)Se personifican las fuerzas elementales de la naturaleza.
e)Como todo o casi todo se considera divino, es panteísta.
En el animismo hay numerosos tabúes y prohibiciones. Las prohibiciones se hacen para preservar la armonía entre el mundo espiritual y el mundo físico. Los lugares o las personas donde está concentrada la fuerza vital están protegidos. Existe una miríada de supersticiones, y el violarlas puede producir la maldición de una comunidad, y debe ser purgada mediante sacrificios. Existen lugares de adoración sagrados para tener comunión con el mundo espiritual, donde se concentra el poder.
La adoración incluye el sacrificio de animales o plantas a las deidades. Los sacerdotes o chamanes realizan los ritos sagrados. Las señales en el cielo o ciertos animales que se encuentren durante el día pueden predecir el futuro de una persona.
En las sociedades indígenas, el ritual es a menudo un elemento clave de supervivencia ya que permite a la tribu o comunidad en cuestión preservarse el favor de los espíritus a la hora de procurarse alimento, cobijo, asegurar la fertilidad o ahuyentar a las fuerzas malévolas. Dichos rituales son conducidos por chamanes o sacerdotes investidos de poderes que les permiten ser poseídos por los espíritus. Ellos son los encargados de mediar ante las fuerzas sobrenaturales en situaciones que resultarían peligrosas para los no iniciados y de enfrentarse a los espíritus libres potencialmente dañinos. Algunas culturas animistas no hacen distinción entre objetos animados e inanimados y consideran que los fenómenos naturales, los accidentes geográficos y los objetos cotidianos son seres con alma.
Aunque la perspectiva evolucionista de la religión apuntada por Tylor ha sido desacreditada ampliamente, los psicólogos modernos han tendido a apoyar algunos aspectos de su teoría concluyendo que el animismo emana de la proyección de contenido inconsciente. Según este punto de vista, cuando un primitivo se comunica con, pongamos por ejemplo, un espíritu del árbol, experimenta de hecho la realidad de una voz interior. El pensamiento de la Nueva Era, no obstante, mediante conceptos como Gaia y el poderoso auge del neochamanismo, ha aportado una nueva vida a las teorías espiritistas del animismo.