Para favorecer la concentración, facilitar el rendimiento y evitar al máximo la fatiga, es necesario un lugar de estudio adecuado. Una habitación o mesa de estudio sencilla, alejada del ruido y de otras personas, lo más aséptica posible, es la más adecuada para estudiar.
CARACTERÍSTICAS
-Fijo. El lugar de estudio ha de ser siempre el mismo y, a ser posible, dedicado exclusivamente a estudiar. El estudiar cada día en un lugar diferente hace que disminuya el rendimiento, puesto que favorece las distracciones, retarda la concentración e impide un verdadero hábito (necesidad inconsciente) de estudio. Como quiera que dedicarás muchas horas a estudiar, acondiciona un lugar para hacerlo y trabaja siempre allí.
–Individual. Es bueno un lugar de estudio para cada persona. Si has de compartirlo, procura distribuir el tiempo para no coincidir con otros y, en todo caso, evita estudiar cara a cara.
–Ordenado. Tanto el lugar como el material de estudio han de estar en completo orden. Ello implica que cada cosa ha de estar en su sitio, que no se mezclen distintas materias y que esté todo perfectamente localizable. Es decir, un orden propio que permita localizar con facilidad y de forma inmediata cualquier elemento que podamos necesitar (libros, apuntes, ejercicios, etcétera).
Para evitar interrupciones y distracciones innecesarias, pon al alcance de tu mano todo lo que vayas a necesitar durante la sesión de estudio antes de sentarte; coloca sobre la mesa solamente el material que vas a utilizar, no todos los libros, apuntes, etc. Evita levantarte y parones sin razón de ser.
MOBILIARIO
–Mesa. Ha de ser lo suficientemente amplia como para poder colocar sobre ella el material de estudio.
–Silla. Ha de favorecer una actitud activa; por tanto, debe permitir una postura erguida y no demasiado cómoda, ya que la tensión muscular facilita la actividad mental. La mejor silla es la que permite mantener la espalda en vertical (silla con respaldo recto y lo más alto posible) y a la vez cambiar de posición. Su altura ha de ser proporcional a la de la mesa: que los codos formen ángulo recto sobre ella y los pies permanezcan planos sobre el suelo (postura de 4), permitiendo escribir con comodidad.
–Estantes. Permiten tener los libros y apuntes ordenados, clasificados y a la vista. El lugar más adecuado para colocarlos es justo encima de la mesa o al lado de ella, ya que permite ver y coger material sin necesidad de levantarse. También ayuda un tablero de corcho en la pared, en el que podemos colgar el horario de estudio y de clases, fechas importantes, cosas que debemos recordar, tareas que nos encargaron en el centro de estudios, etc.
CONDICIONES AMBIENTALES
–Iluminación. Ha de ser suficiente y bien distribuida, evitando resplandores o contrastes agudos de luz y sombra. La luz más adecuada es la natural, evitando que incida directamente en los ojos. Si la luz ha de ser artificial, hemos de combinar una iluminación general de la sala (lámpara de techo) con una iluminación local que incida directamente sobre el material de estudio (lámpara de mesa o flexo con luz azul -“luz de día”-). Para evitar sombras es conveniente que la luz entre por el lado contrario al de la mano con que escribimos e incida directamente sobre el papel.
–Ventilación. Hemos de ventilar frecuentemente la habitación para renovar el aire. En un lugar cerrado disminuye el nivel de oxígeno y aumenta el de anhídrido carbónico, lo que producirá una mayor fatiga y somnolencia, dolor de cabeza e, incluso, mareos. Los ambientes cerrados y mal ventilados impiden que el cerebro trabaje con el máximo de eficacia.
–Temperatura. Procura un ambiente agradable que permita mantener con facilidad la temperatura corporal; la temperatura ideal oscila entre 18 y 22 grados, con una ventilación suficiente. Demasiado calor incita al sueño y el frío dificulta la concentración.
–Distracciones. Elimina las distracciones o motivos de distracción y, por tanto, evita lugares de paso o ruidosos para estudiar. El silencio favorece la concentración. En general, no es aconsejable estudiar con música; en todo caso, clásica a muy bajo volumen, y nunca música con letra. Salvo urgencia inexcusable, móviles desconectados.